Bawin-Legros 2004 La Intimidad y el Nuevo Orden Sentimental

Current Sociology 2004 52: 241

Bernadette Bawin-Legros

Intimidad y el Nuevo Orden Sentimental

Miles de historias han cristalizado en los siglos pasados el amor romantic en un arquetipo que reconocemos como tal, con el resultado de que no siempre somos conscientes de la existencia de varias categorías de amor. Muchos historiadores (e.g. de Rougemont, 1963) rastrean la emergencia del amor romantic a la Edad Media, a la época de la cultura de los trovadores. Sea que esta aseveración de su origen sea verdad o no, el hecho más esencial es que el amor romantic ha sobrevivido y que las personas todavía sienten una atracción irresistible hacia él. El amor romantic es una narración que ha sido construida en forma ficticia, en canciones, poemas, obras de teatro, operas, cuentos de hadas y películas, pero que también aparece en historias con base en la realidad contadas en forma de biografías en una gama de medios. El crecimiento de la popularidad de las historias románticas puede surgir de la promesa inherente en el romanticismo: que si algo le ocurre a otra persona, puede ocurrirme a mí también. Por lo tanto, el amor romantic no es solamente un asunto de imaginación sino que presenta la promesa de una experiencia potencial.

La situación ho yes mucho más complicada que lo que fue durante los estadios primeros del romanticism. Como escribe Anthony Giddens (1992) , la influencia de las Fuentes tradicionales de autoridades y vínculos socials ha crecientemente retrocedido en favor de una interminable y obsesiva preocupación con la identidad personal. El amor romantic, según se arguye, prove un studio de caso del origen de la ‘relación pura’ que hoy describe crecientemente la naturaleza de las relaciones íntimas. Los ideales del amor romantic han afectado desde hace mucho las aspiraciones de las mujeres más que las de los hombres, aunque los hombres también han sido influidos por ellas. El ethos del amor romantic ha tenido un doble impacto en la situación de las mujeres: por un lado ha ayudado a poner a las mujeres en ‘su’ lugar – en el hogar; sin embargo, por otro lado, el amor romántico puede ser visto como un involucramiento activo y radical con la “calidad de ser varón” [ ‘maleness’] de la sociedad de varones [male society]. El amor romantic en su narrative ideological presume que una ligazón emocional durable puede establecerse con alguien tomando como base cualidades intrínsecas, que cumplen la función de la ligazón misma.

Pero en las sociedades posmodernas muchas mujeres y hombres son seducidos por algo que denominan intimidad y que se refiere a la particularidad de la identidad personal. Ya no hay más patrones únicos en su género que guían cómo vive la gente. En lugar de construir una propia identidad gradual y lentamente como, digamos, construiríamos una casa, nos sentimos crecientemente tentados hoy por nuevos comienzos y vínculos espontáneos. Tener más control situacional (Bauman, 1997) y una capacidad incrementada para elegir cuándo, dónde y con quién tenemos relaciones sexuales nos da Fuertes sentimientos de vivir la intimidad diferentemente. El resultado es una identidad que toma la forma de un ‘palimpsesto’, donde olvidar es más importante que recordar.

Somos turistas de nuestra propia tierra prifvada y hemos entrado en el mundo de puro individualism. El nuevo orden sentimental ahora se apoya más sobre un retiro individualista en el yo y una distinción fundamental y nuevamente redefinida entre esferas privadas y públicas más que sobre la tradición. De hecho, las normas morales domésticas se han modificado: casarse, quedarse junto, traer niños al mundo, todo esto ha perdido su fuerza como una obligación moral oprimente. La única union legítima es la que se apoya en el amor y dispensa felicidad. La institución familiar se denomina posmoralista desde el momento en que está dominada por la lógica de la autonomía y del florecimiento personal. Sin embargo, a pesar de gritos de alarma de los moralistas así como de algunos círculos filosóficos y religios, la familia sigue siendo un valor confiable y la pareja, el lugar por excelencia donde se construye y se experimenta la intimidad (de Singly, 1996).

La intimidad se ha vuelto el indicador principal de las conexiones interpersonales y la médula de las relaciones amorosas. Sin embargo, con la excepción de Simmel, los sociólogicos históricamente han prestado poca atención al amor y a los sentimientos personales, dejandolo a cambio a los studios de sicólogos y a los artistas. Esto es así porque los socióloso se sienten incómodos con los dominios de la fantasía y la imaginación. Incluso si la imaginación está profundamente enraizada en la realidad, es necesario hacer una distinción entre prácticas y representaciones. A menudo se provoca confusion entre lo que creemos, lo que decimos y los que sentimos. Esto ha forzado a sociólogos como Luhmann (1990), Kaufmann (1993) y Chaumier (1999) a hacer del amor una pura construcción social que toma diferentes formas de acuerdo con el tiempo y el espacio. Contrariamente a Luhman, yo sugeriría que el amor no es solamente una narración. Encuentra expression en diferentes registros, uno de los cuales es intimidad, y el amor, como emoción estable, encuentra codificación concreta en palabras, gestos y actos. Por estas razones puede argumentarse que la intimidad puede ser estudiada de modos concretos a través de encuestas o entrevistas en profundidad.

Una de las primeras preguntas que surge cuando se habla de parejas es saber cómo definer qué es una pareja. Hoy día es en verdad difícil medir con precision quién vive solo y quién en pareja, y esto se hace más difícil cuanto más vagos se vuelven los criterios empleados. Es obvio que el casamiento solo ya no define a la pareja. El hecho de vivir juntos es también un criterio demasiado estrecho, en la medida en que algunas personas consideran que viven como pareja aunque no viven juntas (LAT).1 Incluso las relaciones sexuales ya dejaron de ser la base para definer una pareja. Entrar en una relación de pareja hoy se prodeuce por una cantidad de medios: a través de la institución que corporiza el matrimonio, a través de compartir el mismo techo; y a través de intercambios personales y movilización cognitiva e intercambios afectivos. Sin embargo, todavía una clara frontera distingue el proyecto de los individuos que se casan y el de los que no lo hacen.

Table I Fuerza del Compromiso

For a Until we have Forever long time had enough

Living together 36.2% 20.3% 43.5% 100% (N = 6051) Getting married 75.5% 10.1% 14.4% 100% (N = 6553)

El studio y los Resultados

The data in this study come from a survey which has been conducted in Belgium for the last 12 years. In this research the same sample has been surveyed every year on a panel basis. Each year, we add a special module on a particular topic of interest, and in 1998 the chosen topic was love and intimacy. The survey is conducted on a sample of 4500 households and a stan­dardized questionnaire is administered in a face-to-face interview. The data show that, in 1998, people seem to have committed themselves more, and in a more lasting way, when they have got married than when they have simply been living together. Esto refleja una actitud que refleja la idea de que hay un  ‘para siemmpre’ as being tied to marriage more so than to the idea of living under the same roof.

To the question ‘If two persons decide to live together, what do they say to themselves: (1) it is forever, (2) it is for a long time, (3) it is until we have had enough?’, we obtained the results shown in Table 1.

If age is brought in as an intermediate variable, one notes a difference in points of view between the youngest (25–34 years) and the oldest (65 >) as far as cohabitation is concerned, but not as far as marriage is concerned. Whatever the age, marriage fits into the idea of duration even if one subse­quently gets divorced. The project is that of a long-term commitment, as Figures 1 and 2 show.

50 40

Percentage Forever 30 A long time 20 Until we’ve had enough10 0 N = 6051

Figure 1 Attitude towards Life Together

100 80

Percentage

60 40 20 0

N = 6553

Figure 2 Attitude towards Marriage

This difference between attitudes towards the plan to get married and the plan to live together is also marked for people not living in a couple (see Table 2).2 There is a stronger stress by respondents living in a couple upon the ‘forever’ as regards marriage.

To examine the image of love in people’s life, we see that the ideology of a one-and-only love remains very strong and that today, we are, in fact, far from the sexual and sentimental revolution that is said to have taken place in the 1970s (see Table 3). We are closer to the pure relationship as described by Giddens (1992).

If we break down the data according to gender, we find a difference between men and women, as Table 4 shows.

These results confirm those obtained by European researchers in different surveys about people’s values, namely that fidelity remains essential, although women value it more than men. This difference between the sexes reminds us that for women love and fidelity are more a part of their socialization processTable 2 Attitude towards Marriage and Life together according to Couple’s Status

For a Until we have Forever long time had enough

Living together (N = 6051) People living in couple 37.99% 20.27% 41.74% 100% People not living in couple 32.41% 20.49% 47.10% 100% Getting married (N = 6553) People living in couple 78.08% 8.81% 13.11% 100% People not living in couple 69.56% 13.01% 17.43% 100%

Table 3 Idea of Love

Table 4 Idea of Love according to Gender

Male Female

than they are for men. Although both sexes stress the importance of fidelity and this is true whatever region in the world, it is still more important for women than for men. Thus a double standard persists.

Table 5 Definición de Infidelidad

Sin embargo la demanda de fidelidad (respuestas 1 y 2) no anuncia el retorno de una moralidad virtuosa y no negociable: esto es solamente una expresión más del individualismo contemporáneo. La centralidad de la fidelidad, o amor único en su género, que se proclama hoy ha perdido su halo de compromiso sin reservas: lo que se demandad no es fidelidad como tal sino fidelidad por lo que dure el amor. Por lo tanto, no es un asunto de perpetuar el orden familiar. Ciertamente nunca ha habido tantos divorcios; pero el plebiscite por la fidelidad y el amor único e incomparable atestigua por encima de todo la espiración a un amor que puede ser indiviso y libre de mentiras. La fidelidad tiene que ver con una búsqueda frenetic de la fusion y no con votos solemnes. La fidelidad posmoralística combina la vaga esperanza de un ‘para siempre’ con la conciencia lúcida de que todo es temporario. Permanecer plenamente fiel por todo el tiempo que dure el amor es una necesidad absoluta, pero cuando el amor termina entonces se puede entrar nuevamente en el juego, y otra vez el amor puede jugar un papel tranquilizador. Sin embargo, el amor no dividido no tranquiliza la angustia de las aventuras amorosas transitorias sino que asegura la búsqueda de un significado para la vida. Amar ya no necesariamente requiere una dimension seria implicada por la duración sino que apela a la dimensión imaginaria vinculada a la  constituent continuidad constituyente del yo. Se ha visto que esto es más verdad par alas mujeres que para los hombres. De modo similar, en las respuestas que obtuvimos de nuestra muestra, notamos que la definición de infideliad sigue estando fuertemente vinculada con la de relación sexual penetrativa con una tercera persona (véase Tabla 5).

Separar los resultados de acuerdo con variables tales como edad o sexo no produce ninguna diferencia significativa. La infidelidad [Unfaithfulness] es sobre todo la inclusion de una tercera persona en relaciones sentimentales y esto nos lleva de vuelta a la idea expresada por Gilles Lipovetsky (1992), que es que el Nuevo orden sentimental se apoya menos en valores colectivos que en  una profunda e individual aspiración a construir la propia autoidentidad. En un contexto macrosocial donde las identidades sociales y profesionales están borroneadas, hombres y mujeres intentan construer para sí mismos un espacio de refugio a salvo de ojos inquisidores. La ‘nueva castidad’ sin embargo no tiene significado puramente virtuoso; ya no es un deber compulsive ordenado desde afuera sino en lugar de ello se refiere a una autorregulagión guiada por el amor y la religión del ego. It is the ethos of self-sufficiency and self-protection characteristic of a time in which perfor­mative management of self is a priority. The ‘no sex’ attitude is an illustration of individualistic self-absorption, not of the reappearance of the duties towards the other.

In contemporary love aiming at fusion, Serge Chaumier writes (1999), passion is above all sensual. Desire focuses on a definite and particular object. In courtly love, the lady’s personality was of no importance to the knight: only idealization counted. In postmodern love, only individualization matters. Lovers today want both fusion and individualization in the unity and autonomy of the person. Francesco Alberoni (1997) underlines that what is at stake for modern couples is the reconciliation of these contradictory desires. This idea is taken up again in de Singly’s recent work – Libres ensemble (de Singly, 2000), which explores what it means to be free but not alone. Two dialectical forces thus come into conflict: one tends towards fusion and aims at accomplishment in the couple; the other tends towards individualization and to the search for self-development. This is, however, a model for the educated middle classes. In lower classes we find more cohesion within couples. This may be because society is experienced in these circumstances more as a threat, and the family, therefore, as a ‘refuge’.

Como muestran nuestras cifras, los amantes quieren ambos mantener la familiar nuclear, en forma de pareja exclusive, y no sufren ninguna frustración mientras viven hasta lo máximo sus respectivos deseos. El problema esencial de las parejas modernas es que desean abarcar el amor, la passion, la ternura, la Amistad, el compañerismo intelecutal, la educación de los niños y la obligación sexual exclusiva al mismo tiempo. Como el amor contemporáneo es muy demandante y obra solamente por sí mismo, contiene las semillas de su propia destrucción. Esta aseveración está ilustrada por los resultados de las razones que tiene la gente para separarse (véase Tabla 6).

La Tabla 6 es una Buena ilustración de las contradicciones que son experimentadas por las parejas modernas, donde ambos aspiran a un amor eterno que sería indiviso, libre de mentiras y duraría para siempre, y se garantizan a sí mismos el derecho de partir si ya no queda más pasión o conversacion. Yet, let us not forget that the new way of living as a couple – the notion of a couple described here – is in fact strongly marked socially. It is outlined in the strongest and clearest way in the intel­lectual classes (higher degree or university). Yet, it spreads from this avant­garde, taking its influence from an innovative core represented by young students. Two sectors resistant to the spreading of this model appear: the upper middle classes and the working classes. For the latter, precariousness, whether professional or conjugal, has traditionally been an evil that has had to be fought in order to reach a definite and stable social status. The fact of quickly having to assume a role (married man or woman, father or mother) then becomes a protection against the risks of marginalization. Olivier Schwartz (1990) shows very well how marriage (which lays the foundations of the couple) and motherhood (for women) contribute to direct the expec­tations of the working classes. Class, then, defines opportunities to experience conjugal improvisation and levity. For the working classes, it is not so much a matter of ideological Table 6 Reasons for Separation

position as of maintaining an older way of living as a couple. The greater the risk of a return to precariousness associated with relationship breakdown, the more strongly they remain attached to the idea of the couple. When we examine the choice of life in a couple and the results according to level of education, we see that it is in the categories where indi­viduals have fewer educational opportunities that marriage – preceded or not by a period of living with the partner – is the most attractive.

En cuanto al lulgar de los hijos, produce asombro advertir que este deseo es considerado muy importante en todas las categorías de edad pero de un modo más pronunciado por las personas mayores. Son personas en la gama de edad de 65 años y más las que con mayor claridad aseveran que una pareja es exitosa cuando hay un deseo mutuo de tener un hijo (Tabla 7).

Table 7 Importance of Children according to Age

Table 9 Portrait of the Couples

Applies to the situation:

————————————— Very Quite Quite Very badly badly well well

personal friends that we rather see alone 23.1% 29.1% 33.5% 14.3% 100% We give a lot of room to friends, vemos a muchos de ellos y nuestra casa está abierta para ellos

7.7% 25.1% 43.8% 23.4% 100%

Las relaciones con nuestra familia tienen un lugar importante en nuestra vida como pareja

4.4% 15.9% 47.1% 32.6% 100%

N = 1895.

Este studio también consider si las personas divorciadas adjudican menos importancia al deseo mutuo de tener un hijo, en cuanto opuestas a las personas casadas (Table 8).

Finalmente, terminamos esta descripci{ón de parejas belgas observando la escala de cohesiu{ón en la que a las parejas se les muestra un agama de situaciones y se les pregunta si las situaciones descritas reflejan más o menos su propia experiencia.

According to the results from the 1998 survey, it is the proposition ‘we do not hide anything from each other’ that encountered the greatest support, and this is true whatever the variable (sex, age or degree) (see Table 9).

Por tanto claramente la transparencia está en la agenda. Estos resultados confirman lo que hemos estado diciendo a través de todo este análisis, es decir, que el amor libre de mentiras sigue siendo una prioridad y que esto es válido por el tiempo que dure el amor, no necesariamente ‘para siempre’. Se encontró que éste era el caso de todas las edades y clases socials, con una leve diferencia entre hombres y mujeres: a los hombres se los veía como más capaces de mentir que las mujeres.

Conclusión

La vida íntima está caracterizada hoy en día por varias paradojas y contradicciones. Aunque hay multiples modos de vivir en una pareja y aunque las relaciones frecuentemente terminan (solamente para ser reconstruidas con nuevos miembros de pareja, a menudo lo más rápidamente posible) parece, de acuerdo con la encuesta que conducimos cada año y con los resultados de 1998 en particular, que las personas todavía aspiran en un grado amplio a la fidelidad, así como a formar vínculos durables, y a compartir una vida sin mentiras. Las cifras que estamos presentado solamente refuerzan lo que los investigadores de las ciencias socials han estado diciendo por muchos años, es decir, que la fusión en el amor es una aspiración de refugio pero que armoniza mal con las aspiraciones de autonomía y autodesarrollo que son características de nuestro mundo contemporáneo. Aunque aparece frecuentemente a través de las ideologías que hay en derredor y las representaciones de los medios, el modelo dominante sin embargo no puede ser encontrado parejamente en todas las clases socials, y particularmente en la clase obrera, donde el casamiento y la solidaridad de la pareja siguen siendo las mejores garantías contra la precariedad. Sin embargo, la siguiente observación es paradójica: el hecho de que hombres y mujeres se junten para amarse mutuamente y amar a sus hijos e hijas de un modo que presente el amor como una búsqueda idealizada es en verdad está siendo reforzado precisamente cuando un movimiento de liberación de mujeres parece posible y al alcance. Pero, como he sugerido, el amor moderno intenta una difícil síntesis de las dimensiones irreconciliables de la transparencia y los secretos, de fusión el uno con el otro y un compromiso con el autodesarrollo. La naturaleza de esta síntesis que se intenta hace que todo el proyecto sea muy frágil.

Notes

1 See Levin (this issue, pp. 223–40). LAT is an acronym for Living Apart Together and refers to committed couple relationships in which the partners maintain separate residences. 2 Here, the notion of couple is defined by the fact of living together.

Bibliography

ALBERONI,F. (1997) Je t’aime. Tout sur la passion amoureuse. Paris: Plon. BAUMAN, Z. (1997) Postmodernity and its Discontents. Cambridge: Polity Press.

BAWIN-LEGROS, B. and LENOIR, V. (1999) ‘Le Fonctionnement du couple dans la société Belge’, in B. Bawin-Legros (ed.) Familles, modes d’emploi, pp. 3–23.

Brussels: De Boeck.

CHAUMIER, S. (1999) La Déliaison amoureuse. Paris: Armand Colin.

DE ROUGEMONT, D. (1963) L’Amour en Occident. Paris: Plon. (Orig. pub. 1952.)

DE SINGLY,F. (1996) Le Soi, le couple, la famille. Paris: La Découverte.

DE SINGLY, F. (2000) Libre ensemble. Paris: La Découverte. GIDDENS, A. (1992) The Transformation of Intimacy. Cambridge: Polity Press.

KAUFMANN,J.-C. (1993) Sociologie du Couple. Paris: PUF (Que sais-je?). LIPOVETSKY, G. (1992) Le Crépuscule du devoir. Paris: Gallimard.

LUHMANN, N. (1990) L’Amour comme passion. Paris: Aubier.

SCHWARTZ, O. (1990) Le Monde privé des ouvriers. Paris: PUF. TAYLOR,C. (1989) The Sources of the Self. Cambridge, MA: Harvard University Press.